Después de haber abierto una nueva etapa con “Jim y Pam”, Komodo García regresa con “Construyamos Septiembre”, un single que suena a despedida de verano, pero también a comienzo de algo más íntimo y duradero. La banda mallorquina, conocida por su mezcla de pop adolescente y sensibilidad emocional, firma aquí una de sus canciones más honestas hasta la fecha: un manifiesto musical contra las señales contradictorias del amor.
“Construyamos Septiembre” nace de un momento de inspiración pura: un bucle de guitarra de apenas diez segundos sirvió como chispa para componer la canción en solo dos horas. El resultado es una pieza que suena nostálgica pero con ambición emocional, con dos guitarras que se entrelazan para arropar una letra que habla de incertidumbre, deseo y esa fina línea entre la pasión y la duda.
Komodo García, entre la rabia y la ternura en “Construyamos Septiembre”
El título del tema no es gratuito. Septiembre no es solo un mes: es un símbolo. Representa el punto de inflexión donde se decide si un amor fue solo un fuego de verano o si tiene raíces para quedarse. En su estribillo, la banda lo dice sin rodeos: “Construyamos septiembre entre los dos”. Es una propuesta directa, sin adornos, que encierra toda la fragilidad de querer algo serio cuando el otro aún titubea.
La letra, cargada de imágenes sutiles y punzantes, retrata esa rabia silenciosa de no saber en qué punto está uno parado. “Un milagro agrio, no capté si era realidad”, cantan. Y más adelante: “Decidiste entrar y arrasar mi año. Descubriste una nueva manera de hacerme daño”. Hay un evidente tono de reproche, pero también una aceptación resignada del caos emocional que puede suponer una relación a medio definir. Esa ambigüedad, lejos de ser una debilidad, se convierte en el núcleo emocional de la canción.
La banda reconoce haber imaginado este tema como una “exit music”, de esas que suenan mientras caen los créditos de una película de instituto. Y no es difícil visualizarlo: “Construyamos Septiembre” encajaría perfectamente en la escena final de una cinta coming-of-age, justo después del baile de graduación, cuando el protagonista ya no sabe si quedarse o irse, pero algo dentro le pide que lo intente una vez más.
Komodo García y el pop de la vulnerabilidad
Musicalmente, la canción mantiene la línea de producciones anteriores como “El Lalala” o “Antes de las seis”, pero se percibe una madurez creciente, tanto en arreglos como en narrativa. El ambiente sonoro es envolvente, melancólico pero no derrotista. Hay esperanza en medio del ruido, como si la banda hubiera encontrado una manera de transformar la confusión emocional en un refugio cálido.
“Construyamos Septiembre” es, al final, una súplica elegante, una confesión de vulnerabilidad convertida en pop. Komodo García sigue construyendo su universo emocional canción a canción, y si este nuevo adelanto es una muestra de lo que está por venir en septiembre, su próximo EP, será mejor ir preparándose.
