Crónica Low Festival edición 2023

 

CRÓNICA LOW FESTIVAL 2023: BAILANDO HASTA EL APAGÓN

Una tarda en recuperarse de un festival varios días. De la resaca real, unas horas, una noche, depende de la edad, para qué nos vamos a engañar. De la resaca emocional cuesta más deshacerse. Al menos así lo vivo yo. Y 48 horas después de dejar Benidorm, me dispongo a contaros el Low Festival, mi Low.

Acompañadme en mi resaca y en mi crónica, que escribo con el calor aún metido en el cuerpo, con La Plazuela de fondo y el ventilador girando por toda la habitación. La decimotercera edición de Low Festival ha finalizado y, pese a los estragos que me causa el clima mediterráneo y el dolor de muñeca de tanto mover el abanico, ya pienso en la siguiente.

 

VIERNES: TODO LO QUE IMPORTA ESTÁ EN EL AIRE

 

A pesar de mis intentos por llegar antes de las 20.00 y ver a Confeti de odio, cuando entramos en el recinto, la Ciudad Deportiva Guillermo Amor, Natalia Lacunza y su banda, llevaban un buen puñado de canciones sobre el escenario MINI. Su proyecto musical y su carisma son garantía de éxito y allí se agolparon bastantes lowers, especialmente los más jóvenes, que no quisieron perderse la presentación de su último álbum “Tiene que ser para mí”.

A las 21.20 el primero de los tres conciertos que llenaría el “escenario principal”, el escenario Vibra Mahou. Viva Suecia congregó a una amplia mayoría de los 24.000 asistentes de la primera jornada en el recinto, con permiso de aquellos que eligieron a PabloPablo y su apuesta independiente, que tenía lugar a la vez en el escenario ElfBar.
Los murcianos volvieron al Low, donde también actuaron en 2019, nos cantaron temas de “El amor de la clase que sea”, temas ya míticos de sus discos anteriores, nos hicieron bailar bajo el confeti de colores y nos sorprendieron con una colaboración especial. Los cartageneros Arde Bogotá acompañaron a los suecos durante El bien, mientras el público lo daba todo, demostrando que su concierto en el escenario MINI podría haberse celebrado en el Vibra Mahou, pues sus fieles ya son legión.

Mención especial al encuentro con la familia MiRollo, pudiendo conocer en persona a “los jefes” Dao e Isa, a nuestro fotógrafo estelar para Low Festival, Iván Carrete de sal y volví coincidir con Ruth, la cara visible en redes de las novedades semanales. Un gusto poder abrazarse y contároslo aquí, justo donde viven los abrazos. Y disfrutar con ellos algunas canciones de Niña Polaca, a los que queremos mucho en este medio, poco antes de salir corriendo al escenario Vibra Mahou para mi primera cita con Interpol.

Siendo esta señora más fan de la música en español que en inglés, disfruté mucho de sus canciones y su puesta en escena, con esa imagen monocromática que se emitía por las pantallas. El recorrido por sus grandes éxitos, su apañadísimo castellano y su elegancia me conquistaron. Can’t you see what you’ve done to my heart and soul, Interpol?

 

 

Y tras viajar al exoplaneta con Arde Bogotá y sentir La Salvación cada vez que su cantante Antonio García abría la boca (¡¡porque vaya voz tiene ese hombre!!), gozamos con Depresión Sonora en el escenario ElfBar, justo mientras sonaba The Vaccines en el Vibra Mahou. La idea era ver un trocito de cada grupo. La realidad fue que los temas de uno de los grupos favoritos de Perro Sanxe se apoderaron de mí y se me olvidó el “If you wanna”. Pero no me arrepiento.

Cuando el Secret Show estaba a punto de comenzar y la gente vaticinaba las cosas más locas, salieron a escena Robot Rock Alive, banda tributo a Daft Punk. Y ante la confusión de muchos presentes que creyeron que el dúo francés, disuelto en 2021, estaban tocando en el festival levantino, inicié la retirada.

SÁBADO: HAY VECES QUE ME EXPLOTA EL CORAZÓN

Con el sol en todo lo alto y dando de lleno en los rostros de Xoel López y los suyos, arrancaba la segunda jornada del Low. Nunca dejan de sorprenderme, a pesar de las muchísimas veces que he visto al gallego, su increíble voz, su calidad musical y su facilidad para hacernos bailar. Incluso aunque nos estemos derritiendo y no corra ni pizca de viento. Un repertorio formado por las habituales, su último sencillo Fort Da y por Paxaro do Demo, una colaboración, con el también gallego, Baiuca dejaron un gran sabor de boca en la primera de las citas de Xoel en este Low Festival.

Iván Ferreiro, en medio de la gira de presentación de su nuevo disco “Trinchera Pop”, montó un setlist maravilloso, con ocho de los diez temas del álbum y algunos clásicos, de los que coreamos y bailamos siempre. Como pude comprobar en el Warm Up de Murcia ha incluido de nuevo en el repertorio “M”, que me sigue poniendo la piel de gallina.

 

Al principio del concierto vi a Xoel sentado en un lateral y tenía la esperanza de que se marcaran un dúo en Turnedo, pero mi gozo en un pozo, que decía mi abuela. Y tras meternos “en las trincheras de la cultura pop” con sus sintetizadores y juguetitos musicales, se marchó diciéndonos adiós y dejándonos el corazón lleno de amor y música.

Disfrutar y escuchar a Lori Meyers desde las alturas me regaló unas vistas increíbles. Podría decir sin equivocarme que allí se concentraron casi la totalidad de los 25.000 asistentes ese día, con el cartel de Sold Out colgado. Desde lo más alto de las gradas bailamos y cantamos mientras tomábamos un respiro y buscábamos una pizquita de aire fresco, pues a pie de pista no existía.

Con miles de personas saliendo de la zona Vibra Mahou, llegar a los Sexy Zebras se convirtió en un imposible y decidimos echar unos bailes con CrisCross y Wisemen Project en el escenario Ellesse o zona Dj, como es más conocida, donde también pinchó ese día Ángel Carmona. Me consta que, en el escenario MINI, los Sexy Zebras presentaron su último álbum por todo lo alto y armaron bien de jaleo.

En el concierto de Placebo pude evidenciar, una vez más, cómo se cumplía mi teoría de que los grupos internacionales llenan menos en Low Festival que los artistas patrios. Los londinenses, que regresaban a Benidorm once años después, sonaron maravillosos, sin embargo, su público se decepcionó, pues se centraron en sus últimos trabajos y se olvidaron de sus hits, echándose de menos Every You Every Me o Pure Morning.

No muy lejos de allí, en el escenario ElfBar salían con fuerza y muchas ganas Karavana. Otro estilo, otra generación, pues en Low Festival conviven el “lower de toda la vida”, ese público que cuenta con más de 40 años, junto a ese público joven que disfruta más con conciertos de grupos como Karavana, Judeline, Natalia Lacunza y La Élite.

La gira de despedida de los murcianos Second también pasó por Low Festival y el escenario Vibra Mahou. Se emocionaron y nos emocionaron con sus éxitos atemporales y junto a ellos cantamos por última vez en Benidorm con Nivel inexperto y Rincón exquisito entre otras. Y antes de la sesión DJ Flash Show y su verbena de temazos, por el escenario MINI pasaron Ladilla Rusa, sus canciones divertidísimas y su lengua afilada.

Y cuando crees que no les puedes querer más, llevan con ellos a María Jesús y su acordeón y nos cantan “Los pajaritos”. De verdad os digo, son enormes y la alegría en todos los festivales (igual la parte más rancia de la sociedad está en desacuerdo jaja).

DOMINGO: ADIÓS, CORAZÓN

Mirando el cartel ahora me doy cuenta de que me perdí varios conciertos que quería ver, pero me quedaría a vivir en ese domingo caluroso. En el concierto de Vetusta Morla, en una canción de Deluxe, sentada con Cariño de fondo, bailando con Aníbal Gómez, en las conversaciones surrealistas y en las risas, muchas risas.

Queralt Lahoz inauguró el domingo en el escenario MINI y yo solo podía pensar que en Palencia Sonora la lluvia no le permitió cantar y que igual aquí le daba una lipotimia. Sin embargo, su talento es deslumbrante haga frío o calor. Cupido tomó el relevo con Pimp Flaco y su electropop y con los ventiladores enormes de esa zona como los grandes protagonistas del festival.

Y entonces llegó el momento de Deluxe y de la segunda cita de Xoel López con el público lower. No se puede describir la emoción que sentí al ver por segunda vez en mi vida a ese grupo que se separó en 2008 y que nunca había visto hasta 2022 en el festival madrileño Dcode, donde empezó esta gira reencuentro. Lo que se puede explicar es la perfección en forma de concierto. Cómo sonaron los vientos, las guitarras y la voz de Xoel.

Empezaron con Simone y sus Hey!, nos deleitaron con Reconstrucción (El mejor momento), El amor valiente o Historia universal, cerrando con la mítica, no, mitiquísima Que no. Solo recordarlo me hace sonreír.

Del resto de la jornada, el increíble show, como siempre, como nunca, de Vetusta Morla, capaces, como pocos, de congregar a miles de fieles de todas las edades, hacernos disfrutar, llorar y bailar hasta la extenuación con las canciones de su último trabajo “Cable a tierra”, con las de toda la vida y con homenaje incluido a la recientemente fallecida Sinéad O’Connor con Nothing compares 2 U en la voz de Pucho.

El concierto de Cariño lo vi sentada rodeada de gente, a lo lejos, hablando con amigos y me hizo ilusión encontrar a tanta gente allí. En 2019 también tocaron en Low Festival, por la tarde en el escenario pequeño, y no éramos muchos, pero ahora la cosa había cambiado y mola ver cómo los grupos van creciendo y haciéndose un hueco en el panorama musical. Y entre conversaciones sobre la vida y las catedrales se me pasó el concierto de Miss Caffeina, con el que el escenario Vibra Mahou cerró la jornada y las puertas de esta edición.

Con Varry Brava y la sesión de Aníbal Gómez, una de las piezas de Ojete Calor seguimos bailando, riendo y haciéndonos fotos para el recuerdo hasta bien entrada la madrugada, una hora antes del amanecer para ser más exactos y tres horas antes de que sonara mi alarma y me quisiera morir. El tiempo pasa rápido cuando suenan canciones tu tierna adolescencia.

LOW FESTIVAL: EL VERDADERO BENIDORM FESTIVAL

Y así, una edición más del festival benidormese llega a su fin. Una edición con mucho mucho calor, con mucha mucha humedad, con alguna luxación de muñeca de tanto menear el abanico y una edición en la que había más lowers que nunca, lo que era incómodo y agobiante en muchos momentos. Sin embargo, a 470 kilómetros de allí y conociendo las fechas de 2024, no podemos dejar de pensar en que volveremos al festival de la sirena una vez más y hasta que el cuerpo aguante. Y que seguiremos bailando, abanico en mano, hasta el apagón los días 26, 27 y 28 de julio del año próximo.

 

Fotos de nuestro Iván @carretedesal y crónica de nuestra Rebeca @sermaesrebes.

PD: Gracias a Dani el detonador, a nuestra Maca y a dao por alfunas fotillos extra 🙂