La banda tinerfeña Sumergible continúa revelando piezas clave de su último álbum con el lanzamiento de su nuevo sencillo, “La virtud de no dar”, el sexto corte de su reciente trabajo, Algo va mal (2023). En este tema, el grupo vuelve a explorar la rapsodia, una forma musical que ya habían tocado en discos anteriores, pero esta vez lo hacen de una manera más madura y experimental. El sencillo fue grabado y producido por Manuel Colmenero, conocido por su trabajo con Vetusta Morla, en los estudios Sonobox de Madrid.

Sumergible portada single La virtud de no dar

“La virtud de no dar” condensa una diversidad de texturas musicales en poco más de tres minutos y medio, creando una atmósfera compleja pero fluida. Desde su inicio, con un aire circense vibrante, hasta un final épico con toques orquestales, el tema yuxtapone diferentes colores musicales y emociones. La banda logra mezclar momentos de tensión con pasajes de calma, lo que hace que cada escucha revele algo nuevo. A todo esto, se le suma una de las letras más densas y poderosas del disco, reafirmando la capacidad de la banda para crear composiciones que no solo impactan por su sonido, sino también por su contenido lírico.

“La virtud de no dar”: un viaje de contrastes

El nuevo sencillo refleja la propuesta musical única de Sumergible, que se caracteriza por alejarse de las fórmulas estándar del pop-rock. La banda evita las modas pasajeras, optando por una trayectoria personal y coherente que les ha permitido mantener su autenticidad y creatividad a lo largo de los años. Este enfoque les ha convertido en uno de los secretos mejor guardados de la escena del pop-rock nacional.

La letra de “La virtud de no dar” ahonda en temas como el uso y el abuso, el ego y el deseo, y las complejas dinámicas de las relaciones humanas. Con versos como “Mírame como te miro yo, igual que el cazador antes de disparar” y “Somos artículos con fecha de caducidad, ofertas de publicidad”, la canción invita a una reflexión sobre el valor de las personas y las tensiones entre el deseo de pertenecer y la explotación emocional. La crudeza de las letras se fusiona con una instrumentación que va desde lo circense hasta lo épico, creando un contraste que atrapa y sorprende.

Con “La virtud de no dar”, Sumergible continúa cimentando su lugar en la música nacional como una banda que, lejos de seguir modas, sigue su propio camino, ofreciendo música que no solo entretiene, sino que también invita a la introspección.

Sumergible: Un viaje constante de evolución

Sumergible está formado por los hermanos Antonio y José Rojas, Carlos Aguirre, Belén Canitrot y Esteban Santos, quienes llevan años construyendo una carrera sólida y coherente. Desde su primer disco Sumergible (2017) hasta su anterior trabajo Cables (2019), la banda ha demostrado una capacidad innegable para crear música que se sale de lo común, atrayendo a un público fiel que valora su compromiso con la calidad y la autenticidad. Para su último álbum, Algo va mal (2023), han vuelto a colaborar con el músico tinerfeño Sergio Delgado, quien aporta su talento en los teclados.

Sumergible foto promocional La virtud de no dar