El Warm Up 2024. ¿Cómo se sale de un festival? ¿Cuándo se supera el Warm Up? Porque, a pesar de que han transcurrido unos cuantos días, seguimos con la resaca del festival murciano. Si hasta los miembros de Viva Suecia decían esta semana que continúan mentalmente en La Fica… os podéis hacer una idea de mi resaca musical. Y es que, tras el reventón térmico de 2023, había muchas ganas y se ha notado. Pero bien, ¿eh?.
Y ya en situación, me dispongo a contar “mi Warm”, no “el Warm”. ¿Y eso por qué, Rebeca? (preguntó nadie). En primer lugar, porque en un festival donde hay solapes y tantos conciertos es imposible ver todo lo que sucede; y en segundo lugar, porque los festivales no son solo el cartel, sino mucho más. Y la emoción es subjetiva. No esperéis encontrar una crónica llena de objetividad y menos aquí.
La primera jornada de Warm Up predijo la que sería la tónica del fin de semana. Miles de personas desde primera hora atravesando los controles de seguridad. Los mejores outfit, las purpurinas, las caras de felicidad. Las gorricas verdes de la Caja Rural que se regalaban en la entrada empezaron a poblar el recinto.
Hoonine, el proyecto de la talentosa Carmen Alarcón, inauguró los conciertos de La Fica con su nuevo espectáculo. La artista local logró extraer toda la fuerza y el alma de la electrónica. Este nuevo giro en su propuesta no solo cautivó al público presente, sino que también reafirmó su versatilidad como creadora musical.
Y tras ese pistoletazo, se encendieron las luces en el escenario ElPozo King Upp y salieron Mujeres a darlo todo. No importó que fueran las 18:00 de la tarde, pues para los pogos no existe hora. Mujeres, el trío barcelonés compuesto por Pol Rodellar, Yago Alcover y Arnau “Tito” Sanz (sí, se llaman Mujeres y no lo son), está en su mejor momento. Nos hicieron bailar, disfrutar, cantar… y al final abrazos.
Warm Up se caracteriza por incluir en su cartel grandes nombres internacionales y este año no ha sido diferente. El escenario Estrella de Levante se rindió a Johnny Marr, el que fuera guitarrista de The Smiths. Con una elegancia sublime en sus maneras, una perfección vocal y el dominio de la guitarra, Johnny Marr ofreció un espectáculo que dejó a todos impresionados.
Mientras, yo intentaba tener el don de la ubicuidad y corría al escenario ENAE para disfrutar de algunas canciones del repertorio de La Paloma. Por suerte dejaron sus hits para el final y salté al ritmo de La edad que tengo o Bravo Murillo. He leído en algún medio que este año el Warm Up dividía a sus asistentes entre los fans de La paloma y los fans de Los Planetas, por aquello de la brecha generacional, supongo. Pues he aquí una señora viejoven o jovieja (mira, no sé) que lo pasó genial en ambos directos.
Y es que es una gozada ser partícipe de esta gira 30º aniversario de Super 8, el primer álbum de Los Planetas, que, de hecho, comenzaba en Murcia. Jota y los suyos sonaron perfectos y las caras de los allí presentes delataban la alegría y los buenos recuerdos. Y siempre voy al Amador por si apareces…
Antes de la lagrimita, como buena pureta, estuve saltando con La La Love You, que es de esos grupos a los que no sigo en exceso, pero que me encantan en festivales y que te activan que da gusto. No es el caso de Sen Senra, que me gusta, pero en plan más tranquilo. Así que dejando hueco a sus fieles, disfruté del concierto sentada en el suelo y comiendo falafel.
Cuando el gallego estaba terminando y mi prima la de Murcia -que no es de Murcia- y yo caminábamos al escenario ENAE, a ver si llegábamos a las últimas de Sleaford Mods, aparecieron las hordas, rumbo al escenario “principal”. Faltaban un par de minutos para que comenzara el directo de Arde Bogotá y salía gente de todos los rincones. Creí que se habían quedado vacías hasta las barras y ya pensaba echarme una cerveza, pero no.
Permanecimos allí paradas, en el cruce de escenarios y entonces sonaron en la voz de Antonio García, el vocalista del grupo de Cartagena, las primeras frases de “Clávame tus palabras”. ¡Cómo me gusta la voz de ese hombre! Supongo que como a las miles de personas que abarrotaban el recinto. Lo que pasa es que a mí me falta algo, no me llega, no sé. Así que nos fuimos a la oscuridad de Sleaford Mods, que sonaron contundentes y rabiosos. Pero tres temas después, aquello se acabó y tras un intento fallido en la zona Dj, terminamos integrándonos con la masa y cantando las canciones de Arde Bogotá.
Y tras recoger a los perros, Ginebras, con sus letras divertidas y sus pegadizas melodías, nos hicieron felices durante una hora. Son jóvenes, adorables y siempre nos hacen bailar con sus cosas moradas, con Paco, con Carmela y con la típica canción. Y con el cuerpo aún en modo baile, llegaron los colombianos Bomba Estéreo y lo incendiaron todo con la champeta.
No sabía si estaba en la selva, con el sonido de los pajaritos o visitando a una chamana, pues los looks de Li Saumet eran increíbles. Una semana después, sigo sin encontrar los adjetivos que definan su directo. Solo sé que bailé, canté y lo gocé, aunque haya visto un vídeo donde mi cara indica lo contrario (patrocinado por los que a las 3 de la madrugada ya no saben comportarse civilizadamente). Sin duda, y con permiso del resto de artistas, el mejor concierto de la primera jornada de Warm Up 2024. Solo añadir, que aún resuena en mi cabeza… “hasta que no me duele más”.
Con Delaporte saltando en el escenario ElPozo King Upp, presentando su último trabajo, “Aquí y Ahora”, más electrónico y techno que nunca, salimos de La Fica, rumbo a casa, 35 minutos a pie mediante.
Es bien sabido en Murcia que la semana que se celebra Warm Up Festival, la ciudad se llena de actividades culturales y conciertos gratuitos en las diferentes plazas. Y de entre todas esas actuaciones, esperaba una expectante: la de Querido.
Querido, por si alguien no les conoce, es el nombre de la banda de Andrés Ferreiro, el hijo de Iván Ferreiro. Comenzó su andadura hace tan solo unos meses y en septiembre de 2023, sin haber editado ni una canción, ya causaban furor. Y claro, yo no quería perdérmelos. Así que con una botella congelada de vermú de Luis de Rosario llegamos a la Plaza de los Apóstoles. El calor, los nervios y algunos pequeños problemas técnicos no impidieron que me emocionara un poquito con esos chicos de veintipocos años que, con cinco canciones en plataformas digitales y un primer álbum a punto de salir, me recordaron a Los Piratas de los inicios.
The Limboos y El último vecino también amenizaron las plazas murcianas en las horas previas a la segunda jornada de La Fica. El calorazo se hacía patente y yo solo podía pensar en Camellos tocando el año anterior, descamisados y asfixiaditos de calor. En eso y en la que cayó después…
Pero los cielos en la segunda jornada permanecieron despejados y La Fica abrió sus puertas e inauguró sus escenarios con Jimena Amarillo y Veitiuno en ENAE y ElPozo King Upp, respectivamente.
Y mucha gente dejó la siesta a un lado para llenar el recinto desde antes de las 18:00 de la tarde. No fue mi caso, que cuando aterricé en la barra a por mi primera Estrella de Levante, sonaban Marc Ros y los suyos hacía dos o tres canciones.
Nos dio tiempo a bailar con “No salgo más” o con “El peor grupo del mundo” y “El incendio”. Sidonie es de esos grupos que se lo pasan genial en el escenario y consiguen que el público se lo pase mejor aún. No importó que el potente sol les diera de frente o que fueran las 19:00. Más de 25 años en activo y miles de conciertos les avalan. Nunca fallan.
Cuando acabó su directo solo tuve que girarme al escenario contiguo para ver a Black Lips, otra de las bandas internacionales de esta edición. Los de Atlanta y sus sonidos guitarreros y garajeros tirando a punk, nos regalaron algunos de sus himnos como “Bad Kids“, “O Katrina!” o “Dirty Hands“, mezclando su sonido sucio con pinceladas de country. No les conocía y me gustó ver algo diferente, aunque un par de horitas más tarde hubiera estado mejor.
Intentar encontrar un hueco no muy muy lejos para ver a Viva Suecia fue la siguiente misión. Había mucha gente, muchísima. Y allí, como un puntito pequeño estábamos nosotras cantando y sintiendo la misma emoción que todos aquellos que nos rodeaban. Gabriel de Shinova, Ginebras y los hermanos Guirao, miembros del recién extinto grupo Second fueron solo algunos colaboradores sobre el escenario. Un escenario que llegó a soportar el peso (y no hablo de los kilos) de 28 artistas sobre él. Mención especial a Rozalén, que interpretó Gracias junto a Rafa Val e hicieron llorar a una buena parte de los asistentes.
Canciones de todos los discos, el estreno de “La orilla” (su última canción publicada), la celebración del décimo aniversario de la banda con su canción “Los años”, lanzada en 2014… un montón de detalles que lograron que este concierto fuera lo mejor de este segundo día (sin menospreciar al resto) y que superara el Wizink del 2 de marzo en Madrid.
Y aunque podría escribir solo una crónica sobre ellos, aquí estamos a otra cosa. Debo añadir que Viva Suecia tiene una capacidad de emocionarme que no todos los grupos tienen. Que no se trata de tener la mejor voz, sino de escribir canciones que te arrasen el corazón. Y de eso los murcianos saben mucho. Y lo que hicieron en el Warm Up, el sábado pasado, un concierto épico e inolvidable para todos los que lo vivimos, encima y abajo de la tarima.
Aún quedaba mucha noche cuando Rafa Val y el resto de los suecos finiquitaron su gesta. Sin embargo, yo me quedé con la batería bajo mínimos. Solo eran las 22:55 y ya lo había dado todo. A Cupido y Editors los vi a lo lejos mientras me comía un cuenco de tallarines que llevaban toda la salsa de soja del mundo y que me costaron parte de un riñón, pero que a mí me supieron a gloria.
Editors, otro de los grandes del cartel, ofreció un directo impecable, una potencia sonora contundente, una presencia en el escenario inigualable. Cupido, justo antes, hizo vibrar al público más joven. Intentar comparar a ambos y afirmar que Editors no tiene alma, me parece muy osado, la verdad.
Y tras el deleite de las primeras canciones de Shinova, con la cautivadora voz de Gabriel de la Rosa (que según la señora de Loja se parece a Bruno Mars) nos pusimos las alas y salimos de allí con la sonrisa (casi) intacta.
Dolor de corazón haberme perdido a The Blaze, Perro y Ladilla Rusa, pero en el coche que yo pensaba en esos momentos no era Kitt, sino un taxista murciano que nos dejara en la puerta de casa.
Mi querido Warm Up, gracias por habernos curado la herida del año pasado. Mi querida Murcia, gracias por esperar al lunes para granizar. Pero gracias también por hacernos sentir en casa, vengamos de Madrid o de Granada; por las primas de Murcia; por el vermú de Luis de Rosario y las bicicletas veganas.
Sexta edición con éxito de público, 52.000 personas entre ambos días, según dicen. Sold out con un mes de antelación. Warm Up Festival, vete preparando, que has dejado el listón muy alto y en 2025 volvemos. Hasta entonces, y como canta Mujeres: ¡Rock y amistad!
Vivido, bailado y escrito por Rebeca González, para Mi Rollo.
Fotos de nuestro Iván @carretedesal para Mi Rollo.
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