Siloé conquista Alicante en la Sala Magma

Eran las 19:40 de la tarde del pasado sábado 23 de noviembre, y la cola de fans bordeaba la fachada de la alicantina Sala Magma, donde Siloé ofreció un concierto en el que, en apenas dos días, habían colgado el cartel de SOLD OUT. Consiguieron cubrir con creces todas las expectativas de las personas que, como yo, acabamos rendidas ante la puesta en escena y el sonido pop/rock, con la electrónica más bailable, del grupo vallisoletano.

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La magia de la Sala Magma: un espacio perfecto para la música indie

Siloé, una de las bandas más destacadas del panorama indie en España, está formada por el cantautor Fito Robles, el guitarrista/productor Xavi Road y el batería Jaco Betanzos, y continúa consolidándose como una de las propuestas más frescas del momento. Por ello, la Sala Magma de Alicante, con su acústica impecable e inmejorable visibilidad, contaba con el escenario perfecto para vivir una experiencia única. Los asistentes pudimos disfrutar de un show que reflejó el talento y la madurez musical de la banda en un ambiente cálido, muy divertido y cercano.

Eran las 21h cuando se hizo el silencio al oír los primeros acordes de la guitarra y la armónica de Fito, que entre el público y una nube de humo nos cantaba en acústico el inicio de “La verdad”. Fue entonces cuando la sala empezó a acoger las letras coreadas de este himno que daba el pistoletazo de salida a un setlist cargado de los hits más pegadizos que nos han regalado en los últimos años los de Pucela.

Fue en el segundo estribillo cuando el cantante de Siloé corría a reunirse con sus compañeros en un escenario presidido por una cruz roja, la protagonista de la portada de su álbum Santa Trinidad.

Durante la próxima media hora la emoción reverberaría en el ambiente con temazos como “Cierra los ojos”, “Sangre en las venas”, “La oposición” y “Reza por mí”, su último sencillo, que nos hicieron saltar y dejarnos la voz.

El repertorio de Siloé: un recorrido por sus mejores éxitos

Fito Robles es todo un showman que sabe perfectamente animar, así como emocionar al público tan entregado, transmitiendo humildad y cercanía. Fue por eso que, tras el primer subidón, no quiso olvidarse de la dramática situación que sufren nuestros vecinos valencianos tras el paso de la DANA y dedicaron unas emotivas palabras respecto a la tragedia.

Buen momento para bajar las revoluciones. Dejando atrás la batería, Jaco se unió a Xavi y su vocalista, que sentados en tres taburetes, nos tocaron las canciones “Amor amargo”, “Súbeme al cielo” y “Sólo estás tú”, letras con las que es imposible que nadie se haya sentido identificado alguna vez.

Tras la nostalgia y conectar de nuevo con los presentes de la forma más divertida (juego Tinder incluido), nuestro frotman del momento se vino arriba con un sugerente y sensual medio streptease. Sustituyó su camisa por la bandera de Castilla y León, mientras cantaba “Nada que se parezca a ti”, seguida de una versión instrumental de “Song 2” de Blur con un Xavi desatado a la guitarra.

Vuelve entonces a sustituir su indumentaria por una camiseta de tirantes, coge otra guitarra y se lanza al público a sentir con nosotros “Levita y ven” y “Esa estrella”. ¡Este chico no para y nos lo regala todo!

Es tal su derroche de energía que se tomó un merecido descanso aprovechado por Jaco para marcarse un espectacular solo de batería de varios minutos muy jaleado por los asistentes, dejando de manifiesto que es uno de los mejores baterías del país. Y no sólo técnicamente, sino como artista. Él siempre pone la energía que la canción necesita.

El público alicantino se rinde a Siloé

Imposible no rendirse ante la interacción y canallería de este trío imparable. Ahora doy fe de que no hace falta una gran puesta en escena ni artificios para que unos artistas logren hacernos vivir uno de los mejores conciertos de nuestra vida. El público alicantino no dejó de corear cada canción, y su ovación fue un reflejo del respeto y admiración que el grupo ha cosechado a lo largo de su carrera.

Entre jóvenes y no tan jóvenes, la Sala Magma se llenó de vítores y aplausos, creando una atmósfera de complicidad y conexión. Nosotros les recomendamos nuestro mejor arroz de la Terreta, ellos nos suplicaron vivir más el momento y olvidarnos de las pantallas del móvil. Nos unieron, fraternizamos con los de al lado, consiguieron contagiarnos su entusiasmo y que nos cantásemos entre nosotros, cara a cara, “Todos los besos”.

Llegó el final y, con él, el desmadre. Se despedían de nosotros con la canción que hizo famosos a Héroes del Silencio. Se secaron el sudor y nos dejaron abrazarles, agradecerles y capturar los mejores momentos para el recuerdo junto a ellos. Ojalá más músicos así.

Con la mirada puesta en el futuro, Siloé continúa su camino hacia nuevos horizontes, pero sin perder su esencia. Alicante fue testigo de una noche en la que la música indie brilló con fuerza y los de Valladolid, con su estilo propio, dejaron claro que su presencia en la escena musical española está más que asegurada.

Yo me llevé su vinilo firmado y a los que habéis leído hasta aquí, os mando un fuerte abrazo. ¡Hasta pronto!

Estefania Toro