“Muerte en Venecia” una canción, una época: el peso de crecer en crisis
La letra de “Muerte en Venecia” es un manifiesto poético de la desilusión millennial y zeta. Versos como “Comernos la mierda de la globalización”, o “Por unas chapas vendí mi alma y no me arrepiento” encapsulan el sentimiento de haber llegado tarde a todo. Tarde a la estabilidad, a la utopía, a la plenitud. La canción alterna ironía y sinceridad brutal, como cuando canta “Busco en HBO una serie mejor, que me haga sentir un poco menos perdedor”. Estas líneas reflejan una rutina anestesiada por pantallas, algoritmos y ansiedad.
En lo musical, el tema se levanta sobre una progresión de cuatro acordes de guitarra limpia y un groove funk que marca la base rítmica. A partir de ahí, la canción va creciendo con guitarras distorsionadas y efectos digitales como el ebow, que acentúan la narrativa y dan textura al relato sonoro. La producción corre a cargo de Bernardo Calvo, en su Estudio B, conocido por trabajar con bandas como Carolina Durante, Camellos o Depresión Sonora.
Lapsus Planck: una banda con proyección
Lapsus Planck fue finalista del Mad Cool Talent 2023 y actualmente se prepara para competir como finalista del Rock in Río Tea en Pontevedra en febrero de 2025. En estos años han pisado escenarios de referencia en Madrid como La Vesta, La Cadavra, Hangar 48 o Honky Tonk, consolidando su directo con una propuesta cada vez más sólida y magnética.
La nueva hornada de canciones que prepara la banda madrileña, de la que “Muerte en Venecia” es solo el primer adelanto, promete una colección de temas con identidad propia. Desde riffs pegajosos hasta atmósferas envolventes, el EP se vislumbra como un viaje sonoro donde el rock, el funk y la psicodelia se entrelazan con la sinceridad lírica que caracteriza a la banda.
Muerte en Venecia ya está disponible en plataformas digitales. Lapsus Planck ha llegado para quedarse, con un pie en el pasado y la mirada fija en el futuro, aunque duela.
El videoclip de “Muerte en Venecia”, disponible en Vimeo, ha sido víctima de la censura automatizada de YouTube. El videoclip ha sido montado con imágenes reales de la infancia de los propios miembros de la banda, grabadas en formato VHS. YouTube lo ha bloqueado sistemáticamente. Sus políticas automatizadas impiden subir contenido que incluya imágenes de menores, aunque se trate de sus propias vivencias.El resultado es una pieza audiovisual profundamente nostálgica, que enfatiza el duelo de una infancia que se fue y no volverá.